¡¡Buenos días Cottoneros!! Las profes leyeron el otro día un informe de la Comisión Europea que decía la siguiente:
"La Comisión Europea advierte en un informe que casi el 50% de los productos alimentarios que compramos se pierden y terminan en el cubo de la basura. En concreto cada ciudadano europeo desecha al año 179 kg de comida que todavía está en buen estado. En el caso de Navarra las cifras son similares, cada ciudadano arroja de media a la basura, diariamente, casi medio kilo de comida en buen estado. Son en general sobras: pan, restos de comida que quedan en la cazuela, frutas y lacteos que han sobrapasado la fecha de consumo preferente, etc…"
¿A qué se debe tanto desperdicio? ¿Cómo podemos reducir los residuos alimenticios que producimos? Nos da mucho pena pensar que hay millones de personas muriéndose de hambre y pasando muchas penurias (y de un tiempo a este parte este problema cada día va a más) y que muchos de nosotros por falta de atención desperdiciamos lo que otros podrían usar.
Con este motivo esta entrada va dedicada a dar algunos consejos para que la comida que compramos no acabe en la basura y en próximas entradas publicaremos recetas sencillas de hacer (y que quedan muy ricas, las profes las están probando) para aprovechar lo que nos sobra en el plato y crear para el día siguiente una comida deliciosa. ¡No os lo perdáis! Ahí van algunos consejos:
* Antes de ir a comprar, planifica qué es lo que necesitas realmente. Para ello te ayudará hacerte un menú semanal y revisar a fondo qué falta en los armarios. De este modo evitarás comprar el doble de comida.
* Presta especial atención a las indicaciones de las etiquetas de los productos como la fecha de caducidad: así evitaremos comprar productos que caduquen antes de que los queramos consumir.
* El hambre es un mal compañero de compras: esta sensación propiciará que tu carro se llene más de lo previsto. Por ello, evita estas adquisiciones innecesarias.
* Pásate a la compra a granel, de este modo será más fácil acertar en la cantidad de alimento que necesitas y evitarás generar sobras.
* Ordena la nevera según la fecha de adquisición de los productos. Colocar los alimentos nuevos en la parte trasera del frigorífico y los más antiguos en la parte delantera ayudará a que éstos últimos no terminen caducando en el fondo de la nevera.
* Mantener el frigorífico a una temperatura de entre 1 y 5ºC hará que los alimentos duren frescos más tiempo y puedan ser aprovechados en un periodo de tiempo más largo.
* Puedes utilizar los restos de comida que sobran de un día para otro para elaborar nuevos platos o congelarla para poder consumirla más adelante y que no terminen en la basura.
* La comida que ya no puede consumirse al menos puede reciclarse en abono para plantas. De este modo, aunque no podamos recuperarla podremos darle un nuevo uso.
Ya sabéis, la próxima entrada una receta para aprovechar la pasta que nos halla sobrado; ya sean macarrones, spaguettis, etc.. ¡Nos leemos!
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