lunes, 11 de julio de 2011

¡Tenemos carnet de conducir!



Anda, ¿que no os lo creéis? Pues claro, a ver que os pensábais que estuvimos haciendo el viernes en el taller de Seguridad Vial. ¡¡Qué bien lo pasamos!!

Resulta que el patio de Cottons se convirtió en un circuito de ciudad y había una carretera con un montón de señales (que después de aprobar supimos lo que significaban) y un montón de edificios y peatones, coches, agentes de policía dirigiendo el tráfico. Vamos, que si nos descuidamos nos convertimos en la M-30 en hora punta.



El caso es que fuimos unos valientes, y después de una primera toma de contacto con nuestro vehículo de la autoescuela ( un horse-car con una potencia de motor de un caballo) nos pusimos manos a la obra y tras quitar el freno de mano, ¡a conducir que se ha dicho!.




Nada más salir ya tuvimos nuestra primera trampa con un semáforo que estaba en rojo. Por supuesto, hay que parar y dejar pasar a los peatones. Cuando el semáforo se puso en verde, a seguir conduciendo (hubo un peatón que se saltó el semáforo y cruzó en rojo, menos mal que nuestr@s conductores son muy buen@s y frenaron a tiempo ¡a punto estuvimos de llamar a la ambulancia! Por fin comprendió que si no está en verde no se puede cruzar.)

Tras esto, continuamos por nuestro carril y cual no fue nuestra sorpresa al encontrarnos un policía que nos señala un stop y nos indica que aparquemos. Ya, ya, menudo listo está hecho ¡pues no quiere que aparque en prohibido y ponerme una multa! No, no, no. Para aparcar hay que buscar la P azul. ¡Ala! Señor agente, búsquese a otro que no conozca las señales, nosotr@s nos las sabemos todas.

Si, después de aparcar y realizar un exámen perfecto nos dieron nuestro carnet de conducir. Eso sí, sólo es válido en parques con permiso de entrada de vehículos de cuatro ruedas o si papá o mamá van conduciendo y les para la policía como levantamiento de mano para quitarnos la multa (oye, a lo mejor les hace gracia y nos perdonan. No, mejor tener cuidado y respetad las normas para que no suceda)

Y mañana ¡Taller de Cocina! A convertinos en cocine@s y a disfrutar de lo que hagamos. ¿Podrá comerse?