martes, 18 de febrero de 2014

Nuestro primer corazón repartido.


     Esta es la primera historia de los corazones de Cottons, ¡disfrutarla!



     "Hay temporadas en las que parece que nos están haciendo la tortura china de la gotita en la cabeza: un feo por aquí, una zancadilla por allá, las noticias, el cliente que te comenta (como quien dice “menudo frío”) que “en este país solo entra mierda”, la que se cuela en el súper… Y de pronto una mañana rompes a llorar porque un energúmeno se te echa encima con el coche porque la carretera es suya y tú no existes. Y es una idiotez, pero sumada a otras cien que te hacen perder la fe en la humanidad y creer que de verdad “el hombre es un lobo para el hombre” y que no queda nadie bueno en el mundo. Y entonces me he acordado del corazón y he decidido regalármelo a mí misma, porque tengo que mantener la esperanza, porque tengo dos criaturas en casa que acaban de empezar a vivir y necesito creer que se van a encontrar con gente buena en sus caminos. Así que me quedo el corazón, que la caridad bien entendida empieza por uno mismo."