Y aunque no somos grandes artistas y no hemos hecho la película que gane en la próxima edición de los Oscars, nos lo pasamos muy bien siendo mayores y yendo al cine de verano Cottons.
Lo primero que hicimos fue quedar con los coleguillas de clase y con los de las clases vecinas porque cuanto más seamos, mejor nos los pasamos. Luego nos cargamos con un billetito para poder pagar nuestra entrada, las palomitas y gusanitos. En esta ocasión dimos un sablazo a las profes para que aflojaran los dineros y poder pasarlo muy bien.
Al entrar vimos una pantalla enorme que estaba en la pared y antes de que comenzara la peli fuimos a la tienda a comprar las palomitas. ¡Qué sorpresa! Pusimos la bolsa en el microondas (bueno, esto lo hicieron las profes) y comenzaron a saltar y ¡olía muy bien! Nos servimos en nuestros boles y ¡ala! a ver la sesión.
Como en todo buen cine de verano fue sesión doble: primero little einstein y luego Pocoyó.
¡Ah! Lo mejor de este cine es que al terminar salio en la pantallla el cantajuegos y nos pusimos a bailar como loc@s.
La próxima vez que queráis ir a un buen cine desde Cottons os recomendamos que os paséis por aquí. Además, la entrada es muy baratita y como pagan las profes pues no hay problema.
¡Y que la suerte os acompañe!
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