¡Qué contenta se puso cuando se enteró que habría castañas y bellotas para comer!
Y nuestros pequeños no dudaron ni un momento en convertirse en castañeros y castañeras para dar una sorpresa a Cui. Y manos a la obra cogimos un montón de castañas y ¡las asamos! Por supuesto, quedaron buenísimas y es que nuestros enanos tienen una mano en la cocina asando castañas que ya
Y por supuesto, ¡nos comimos todas! Ahora sólo nos queda esperar a la siguiente fiesta a la que invitaremos de nuevo a Cui porque se lo pasó en grande.